Cómo Hacer Garbanzos Fritos: Receta Auténtica
Descubre cómo hacer garbanzos fritos con esta guía auténtica y paso a paso. ¡El sabor y la tradición cubana en tu mesa!
En este artículo
- El Sabor Inconfundible de los Garbanzos Fritos Cubanos
- Historia y Tradición de los Garbanzos Fritos
- Ingredientes Esenciales para tu Receta de Garbanzos Fritos
- El Proceso Paso a Paso: Cómo Hacer Garbanzos Fritos Auténticos
- Consejos para unos Garbanzos Fritos Perfectos
- Preguntas Frecuentes sobre Garbanzos Fritos
- Conclusión: Un Plato con Sabor a Hogar
El Sabor Inconfundible de los Garbanzos Fritos Cubanos
En la vibrante gastronomía cubana, existen platos que trascienden el mero acto de alimentarse para convertirse en símbolos de identidad y tradición. Los garbanzos fritos son sin duda uno de ellos. Si te preguntas cómo hacer garbanzos fritos, has llegado al lugar indicado para desvelar los secretos de esta preparación que evoca la calidez del hogar y la alegría de las reuniones familiares.
Esta receta no es solo una lista de ingredientes y pasos; es un legado culinario transmitido de generación en generación. Cada hogar cubano tiene su toque distintivo, pero los fundamentos de sabor y textura permanecen intactos, celebrando la sencillez de los ingredientes y la maestría en su preparación.
Aprender cómo hacer garbanzos fritos es adentrarse en la esencia de la cocina criolla. Te mostraremos la técnica tradicional, los ingredientes clave y los pequeños trucos que marcan la diferencia entre unos garbanzos fritos comunes y unos verdaderamente auténticos, llenos de ese sabor profundo y esa textura perfecta.
Historia y Tradición de los Garbanzos Fritos
Los garbanzos, originarios de Oriente Medio, llegaron a Cuba con los colonizadores españoles y rápidamente se integraron en la dieta local. Su versatilidad y su valor nutricional los convirtieron en un alimento básico, especialmente en los hogares donde se buscaba crear platos sustanciosos y económicos.
A lo largo de los siglos, la receta evolucionó, adaptándose a los ingredientes disponibles y a los gustos de la isla. Los garbanzos fritos, en particular, se convirtieron en un acompañamiento popular para carnes asadas, pescados o simplemente como un entrante sabroso. En muchas familias, su preparación está ligada a celebraciones especiales o a los domingos, cuando el tiempo permite disfrutar de una cocción más pausada y un ambiente familiar.
La magia reside en cómo unos humildes garbanzos se transforman, absorbiendo los sabores de un sofrito aromático y dorándose hasta alcanzar una textura crujiente por fuera y tierna por dentro. Es un testimonio de la creatividad y la resiliencia de la cocina cubana.
Ingredientes Esenciales para tu Receta de Garbanzos Fritos

La belleza de esta receta radica en su lista de ingredientes sencilla pero poderosa. La calidad de cada uno es fundamental para lograr el sabor auténtico.
Garbanzos secos: 500 gramos (aproximadamente 2.5 tazas). Es crucial usar garbanzos secos de buena calidad para obtener la mejor textura.
Agua: Suficiente para remojar y cocinar los garbanzos.
Aceite vegetal o de oliva: Aproximadamente 1 taza para freír, o más si es necesario.
Cebolla: 1 cebolla blanca mediana, finamente picada.
Ajo: 4-5 dientes de ajo, machacados o finamente picados.
Pimiento verde: 1/2 pimiento verde, sin semillas y picado en cubos pequeños.
Tomate: 1 tomate maduro mediano, sin semillas y picado en cubos pequeños (opcional, pero recomendado para un toque de acidez).
Comino: 1 cucharadita de comino molido.
Orégano: 1/2 cucharadita de orégano seco.
Sal: Al gusto.
Pimienta negra: Recién molida, al gusto.
Cilantro fresco: Un puñado, picado para decorar (opcional).
La elección del aceite es importante; un aceite con un punto de humo alto como el de girasol o canola es ideal para freír, aunque un buen aceite de oliva virgen extra aportará un sabor más complejo al sofrito.
El Proceso Paso a Paso: Cómo Hacer Garbanzos Fritos Auténticos
La preparación de los garbanzos fritos requiere paciencia, especialmente en las etapas iniciales de remojo y cocción de los garbanzos. Aquí te guiamos a través de cada paso.
1. Remojo y Cocción de los Garbanzos

La noche anterior, coloca los garbanzos secos en un bol grande y cúbrelos con abundante agua fría (al menos el triple de volumen que los garbanzos). Déjalos remojar durante 8-12 horas. Al día siguiente, escurre el agua y enjuágalos bien.
Coloca los garbanzos remojados en una olla grande y cúbrelos con agua fresca. Lleva a ebullición, luego reduce el fuego a bajo, tapa parcialmente y cocina a fuego lento durante 1 a 1.5 horas, o hasta que estén tiernos pero no deshechos. Durante la cocción, puedes añadir una hoja de laurel para dar un aroma extra. Escurre los garbanzos cocidos y reserva el agua de cocción por si fuera necesario para ajustar la consistencia del sofrito.
2. Preparación del Sofrito Cubano
Mientras los garbanzos se cocinan o una vez que estén listos y escurridos, prepara el sofrito. En una sartén grande o caldero, calienta un par de cucharadas de aceite a fuego medio. Añade la cebolla picada y sofríe hasta que esté translúcida y comience a dorarse, unos 5-7 minutos.
Agrega el ajo machacado o picado y el pimiento verde. Cocina por otros 3-5 minutos, hasta que los ajos estén fragantes y los pimientos tiernos. Si usas tomate, añádelo ahora y cocina por un par de minutos más, hasta que empiece a deshacerse.
Incorpora el comino y el orégano, sal y pimienta al gusto. Revuelve bien para que las especias liberen su aroma y se integren con los vegetales. Este sofrito es la base de sabor de nuestros garbanzos fritos.
3. Integración y Fritura Final

Añade los garbanzos cocidos y escurridos al sofrito en la sartén. Revuelve suavemente para que todos los garbanzos queden bien cubiertos con la mezcla de vegetales y especias. Cocina a fuego medio-bajo durante unos 5-10 minutos, permitiendo que los sabores se fusionen. Si la mezcla parece un poco seca, puedes añadir un chorrito del agua de cocción de los garbanzos reservada para crear una salsa ligera.
Ahora, el paso crucial: la fritura. En una sartén aparte (o después de limpiar la sartén del sofrito si prefieres), calienta suficiente aceite vegetal o de oliva a fuego medio-alto (aproximadamente 180°C o 350°F). El aceite debe ser abundante para que los garbanzos se frían bien.
Con una espumadera o cuchara ranurada, añade los garbanzos sazonados al aceite caliente en porciones, sin llenar demasiado la sartén para que no baje la temperatura del aceite. Fríe durante 3-5 minutos, o hasta que estén dorados y ligeramente crujientes. Remueve ocasionalmente para asegurar una cocción uniforme.
Retira los garbanzos fritos del aceite con la espumadera y colócalos sobre papel absorbente para eliminar el exceso de grasa. Repite el proceso con el resto de los garbanzos.
4. Presentación y Servir
Sirve los garbanzos fritos inmediatamente, bien calientes. Puedes espolvorearles un poco más de sal si es necesario y decorar con cilantro fresco picado para darle un toque de color y frescura.
Son un acompañamiento perfecto para carnes asadas, pollo frito, o como parte de un plato combinado cubano junto a arroz blanco y frijoles negros. ¡Incluso son deliciosos solos como un aperitivo o tapa!
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Consejos para unos Garbanzos Fritos Perfectos
Aquí tienes algunos secretos para asegurar que tus garbanzos fritos sean un éxito rotundo:
Calidad del Garbanzo: Utiliza garbanzos secos de buena marca. Los garbanzos precocidos en lata no darán la misma textura.
Remojo Adecuado: No te saltes el remojo; es esencial para que se cocinen uniformemente y sean digestivos.
Cocción Uniforme: Asegúrate de que los garbanzos estén tiernos antes de freírlos. Si están duros por dentro, la fritura no los ablandará.
Sofrito con Amor: Cocina el sofrito a fuego lento para desarrollar todos los sabores. No apresures este paso.
Temperatura del Aceite: Mantén la temperatura del aceite constante durante la fritura. Si está muy bajo, absorberán grasa; si está muy alto, se quemarán por fuera y quedarán crudos por dentro.
No Sobrecargar la Sartén: Fríe los garbanzos en tandas para que el aceite mantenga su temperatura y se frían correctamente.
Escurrir Bien: El papel absorbente es tu mejor amigo para eliminar el exceso de grasa y mantener la textura crujiente.
Otra receta tradicional cubana que te encantará es nuestro boniato relleno, una preparación única y deliciosa.
Preguntas Frecuentes sobre Garbanzos Fritos
¿Puedo usar garbanzos de lata?
Aunque es posible, no se recomienda para obtener la textura auténtica. Los garbanzos de lata tienden a ser más blandos y pueden deshacerse fácilmente al freír. Si no tienes otra opción, escúrrelos muy bien, enjuágalos y sécalos lo más posible antes de añadir al sofrito y luego freír.
¿Cuánto tiempo se conservan los garbanzos fritos?
Los garbanzos fritos se disfrutan mejor recién hechos. Si sobran, puedes guardarlos en un recipiente hermético a temperatura ambiente por un día, o en el refrigerador hasta por 2-3 días. Al recalentar, es mejor hacerlo en un horno o sartén para recuperar parte de su crocancia, ya que el microondas los ablandará.
¿Puedo añadir otros ingredientes al sofrito?
¡Claro que sí! La cocina cubana es flexible. Algunas familias añaden un toque de jamón serrano picado al sofrito, o incluso un poco de vino seco para realzar el sabor. Experimenta con lo que tengas a mano y tu paladar te guiará.
¿Qué es el sofrito cubano?
El sofrito es la base aromática de muchos platos cubanos, típicamente hecho con cebolla, ajo, pimiento y a veces tomate, cocinados lentamente en aceite. Es el alma de muchos guisos y preparaciones, aportando profundidad y complejidad al plato final.
Conclusión: Un Plato con Sabor a Hogar
Dominar cómo hacer garbanzos fritos es un paso más para conectar con la esencia de la cocina cubana. Esta receta, con su sencillez y su profundo sabor, es perfecta para compartir en familia o para disfrutar como un bocado reconfortante.
No dudes en probar esta preparación y adaptarla a tu gusto. Recuerda que la cocina es un acto de amor y creatividad. Si te ha gustado esta receta, te animo a explorar otras delicias cubanas, como unas tradicionales frituras de harina, que también son un deleite.
Te invitamos a experimentar en tu propia cocina y a traer un pedacito de Cuba a tu mesa. ¡Buen provecho!







