Cómo Hacer Salsa Chimichurri: Receta Cubana
Descubre cómo hacer salsa chimichurri cubana con esta guía auténtica. ¡Paso a paso, ingredientes frescos y el sabor de la isla en tu mesa!
En este artículo
- El Corazón del Sabor: Descubriendo la Salsa Chimichurri Cubana
- Ingredientes Clave para una Salsa Chimichurri Cubana Auténtica
- El Proceso de Preparación: Simpleza y Sabor
- Consejos para Servir y Disfrutar tu Salsa Chimichurri Cubana
- Preguntas Frecuentes sobre la Salsa Chimichurri Cubana
- Conclusión: Un Toque de Cuba en tu Mesa
El Corazón del Sabor: Descubriendo la Salsa Chimichurri Cubana
En la vibrante escena culinaria de Cuba, existen condimentos que elevan cualquier plato a una experiencia inolvidable. La salsa chimichurri cubana es uno de esos tesoros. No es simplemente una salsa; es una explosión de frescura, acidez y un toque picante que complementa a la perfección carnes a la parrilla, pescados e incluso vegetales. Si te preguntas cómo hacer salsa chimichurri cubana, has llegado al lugar indicado. Esta receta te guiará paso a paso para lograr el sabor auténtico que evoca los sabores de la isla.
La versión cubana de esta famosa salsa, originaria de Argentina y Uruguay, ha sido adaptada con toques locales que la hacen única. Mientras que sus primas del sur suelen ser más intensas en ajo y orégano, la adaptación cubana tiende a equilibrar estos sabores con un toque más pronunciado de cítricos y, en ocasiones, un sutil picor que despierta el paladar.

Ingredientes Clave para una Salsa Chimichurri Cubana Auténtica
La magia de la salsa chimichurri cubana reside en la frescura y la calidad de sus ingredientes. No hay secretos oscuros, solo la combinación perfecta de elementos que, al unirse, crean algo extraordinario. Aquí te presentamos los componentes esenciales para que prepares esta maravilla en casa:
Cilantro fresco: 1 manojo generoso, finamente picado. Es la base aromática de nuestra versión cubana.
Perejil fresco: 1 manojo, también finamente picado. Aporta frescura y un ligero toque amargo que equilibra el conjunto.
Ajo: 3 a 4 dientes, picados muy finamente o machacados. Ajusta la cantidad a tu gusto, pero no temas al ajo.
Cebolla morada: 1/4 de cebolla mediana, picada muy finamente. Aporta un dulzor sutil y un color atractivo.
Ají cachucha o chile pequeño: 1 unidad, sin semillas y picado finamente (opcional, para un toque picante). Si no encuentras ají cachucha, puedes usar un chile serrano pequeño.
Aceite de oliva virgen extra: 1/2 taza. La calidad del aceite es fundamental para el sabor.
Vinagre de vino tinto: 1/4 taza. Aporta la acidez necesaria.
Jugo de limón fresco: 2 cucharadas. El toque cítrico cubano que la distingue.
Comino molido: 1/2 cucharadita. Un toque terroso que realza los sabores.
Orégano seco: 1 cucharadita. Clásico en muchas preparaciones cubanas.
Sal: Al gusto.
Pimienta negra recién molida: Al gusto.
La frescura de las hierbas es crucial. Asegúrate de que tanto el cilantro como el perejil estén en su punto óptimo, sin marchitarse. El ají cachucha, una variedad de pimiento cubano, aporta un aroma y sabor únicos sin ser excesivamente picante, ideal para quienes disfrutan de un toque sutil de calor.
El Proceso de Preparación: Simpleza y Sabor
Dominar cómo hacer salsa chimichurri cubana es más sencillo de lo que imaginas. La clave está en la frescura de los ingredientes y en el corte fino de los mismos. No se trata de una cocción larga, sino de una maceración controlada que permite que los sabores se fusionen a la perfección.
Comienza picando finamente todas las hierbas frescas: el cilantro y el perejil. Es importante que los trozos sean pequeños y uniformes para que se integren bien en la salsa y no resulten abrumadores al comer. Pica también la cebolla morada y el ajo con la misma atención al detalle.

En un bol de vidrio o cerámica, combina el cilantro picado, el perejil picado, la cebolla morada finamente picada, el ajo machacado y el ají picado (si lo usas). Añade el comino y el orégano seco a esta mezcla de hierbas y vegetales.
A continuación, en un recipiente aparte o directamente sobre los ingredientes secos, vierte el aceite de oliva virgen extra y el vinagre de vino tinto. Incorpora también el jugo de limón fresco. Finalmente, sazona con sal y pimienta negra recién molida al gusto.
Mezcla todos los ingredientes suavemente con una cuchara o tenedor. El objetivo es que el aceite y el vinagre emulsionen ligeramente con los jugos que sueltan las hierbas y el ajo, creando una base líquida que envuelva todos los componentes. Asegúrate de probar y ajustar la sal, el vinagre y el limón hasta alcanzar el equilibrio deseado.
El Arte de la Maceración: Dando Tiempo a los Sabores
Una vez que todos los ingredientes estén bien integrados, cubre el bol con papel film o una tapa y déjala reposar. Este paso, aunque simple, es fundamental para que los sabores se desarrollen y se mezclen armoniosamente. Lo ideal es dejarla macerar en el refrigerador por al menos 30 minutos antes de servirla. Esto permite que el ajo y las hierbas liberen sus aceites esenciales, infundiendo el líquido con su aroma característico.
Si tienes tiempo, dejarla reposar por un par de horas, o incluso de un día para otro, potenciará aún más su sabor. La salsa chimichurri cubana mejora con el tiempo, siempre y cuando se conserve en un recipiente hermético en el refrigerador.
Consejos para Servir y Disfrutar tu Salsa Chimichurri Cubana
La versatilidad de la salsa chimichurri cubana es asombrosa. Su frescura y acidez la convierten en el acompañamiento perfecto para una gran variedad de platos. Aquí te damos algunas ideas para sacarle el máximo provecho:
Carnes a la parrilla: Es el maridaje clásico. Úsala para bañar un jugoso lechón asado, unas costillas de cerdo o un filete de res a la parrilla. El contraste entre el ahumado de la parrilla y la frescura de la salsa es sublime.
Pescados y mariscos: Un pescado blanco a la plancha o unos camarones salteados ganan vida con un chorrito de esta salsa.
Pollo: Ya sea a la parrilla, al horno o asado, el pollo se beneficia enormemente de su toque ácido y herbáceo.
Vegetales: No subestimes su poder con vegetales asados como espárragos, pimientos o calabacines. También funciona maravillosamente con papas hervidas o asadas.
Como aderezo: Mezclada con un poco más de aceite de oliva, puede servir como un aderezo vibrante para ensaladas.
Para una experiencia verdaderamente cubana, sírvela junto a un plato principal contundente. Si estás preparando carne a la brasa, considera acompañarla con arroz moro o unos tostones crujientes. La combinación de sabores y texturas será inolvidable.

Preguntas Frecuentes sobre la Salsa Chimichurri Cubana
¿Cuánto tiempo dura la salsa chimichurri cubana en el refrigerador?
Bien conservada en un recipiente hermético, la salsa chimichurri cubana puede durar hasta una semana en el refrigerador. Sin embargo, su frescura es óptima en los primeros 3-4 días.
¿Puedo hacerla sin picante?
¡Claro que sí! Si prefieres una versión sin picante, simplemente omite el ají o chile. La salsa seguirá siendo deliciosa y llena de sabor.
¿Qué tipo de aceite es mejor usar?
Recomendamos encarecidamente un aceite de oliva virgen extra de buena calidad. Su sabor frutal aportará una dimensión extra a la salsa. Evita aceites refinados que puedan tener un sabor neutro o desagradable.
¿Puedo añadir otras hierbas?
Si bien la base es cilantro y perejil, puedes experimentar con pequeñas cantidades de otras hierbas frescas como menta o albahaca para variar el perfil de sabor, pero recuerda que la esencia cubana se logra con las hierbas mencionadas.
Conclusión: Un Toque de Cuba en tu Mesa
Dominar cómo hacer salsa chimichurri cubana es abrir la puerta a un mundo de posibilidades culinarias. Esta salsa no solo añade sabor, sino que también aporta una frescura y vitalidad que transforman platos sencillos en creaciones memorables. Es un testimonio de la genialidad de la cocina cubana: ingredientes simples, técnicas accesibles y resultados excepcionales.
Anímate a preparar esta receta y sorprende a tus comensales con un auténtico sabor cubano. Si buscas complementar tu experiencia, te invitamos a explorar otras delicias cubanas como unas crujientes frituras de yuca o unas sabrosas croquetas cubanas. ¡Buen provecho!




