Cómo Hacer Croquetas Cubanas: Receta Auténtica
Descubre cómo hacer croquetas cubanas auténticas con esta guía paso a paso. ¡Sabor y tradición garantizados!
En este artículo
- El Auténtico Sabor de Cuba en tu Mesa
- Un Vistazo a la Tradición de las Croquetas Cubanas
- Ingredientes Esenciales para la Preparación
- Cómo hacer croquetas cubanas: El Arte de la Bechamel
- Formando y Rebozando las Croquetas
- El Secreto de la Fritura Perfecta
- Consejos para unas Croquetas Cubanas de Diez
- Preguntas Frecuentes sobre Cómo Hacer Croquetas Cubanas
- Conclusión: Un Viaje Culinario Inolvidable
El Auténtico Sabor de Cuba en tu Mesa
Las croquetas cubanas son mucho más que un simple aperitivo; son un pedazo de historia, un recuerdo de hogar y una explosión de sabor que evoca la calidez de la isla. Si alguna vez te has preguntado cómo hacer croquetas cubanas que sepan realmente a Cuba, has llegado al lugar perfecto. Esta receta se enfoca en la tradición, en esos secretos transmitidos de generación en generación que garantizan una textura crujiente por fuera y un interior cremoso y lleno de sabor.
Preparar croquetas cubanas en casa es una labor de amor, un ritual que une a la familia en la cocina. Desde la elección de los ingredientes hasta el proceso de fritura, cada paso cuenta para lograr ese sabor inconfundible. Olvídate de las versiones insípidas; aquí te guiaremos para que tus croquetas sean las protagonistas de cualquier reunión.
En este artículo, no solo aprenderás los pasos básicos, sino que también desvelaremos los trucos que marcan la diferencia entre unas croquetas caseras y unas verdaderamente auténticas. Prepárate para deleitar a tus seres queridos con esta joya de la gastronomía cubana.
Un Vistazo a la Tradición de las Croquetas Cubanas
Las croquetas llegaron a Cuba con la influencia española, pero con el tiempo la isla les imprimió su propio carácter. Adaptadas a los ingredientes locales y al gusto del cubano, evolucionaron hasta convertirse en el ícono que son hoy. Tradicionalmente, se elaboran con un sofrito rico y una bechamel espesa, a menudo enriquecidas con jamón serrano o carne de cerdo deshebrada. La fritura perfecta es clave: doradas, crujientes y sin rastro de grasa excesiva.
En muchas familias cubanas, la preparación de croquetas es un evento especial. Los domingos, las fiestas o simplemente una tarde de compartir se prestan para la elaboración de estas delicias. Se dice que la abuela o la madre es la que tiene el secreto para la bechamel perfecta, esa que se deshace en la boca. Aquí buscamos capturar esa esencia.

Ingredientes Esenciales para la Preparación
La calidad de los ingredientes es fundamental para el éxito de esta receta. Usaremos ingredientes frescos y tradicionales para asegurar el sabor auténtico.
Para el Relleno (Base Bechamel):
50 gramos de mantequilla
1 cebolla blanca pequeña, finamente picada
2 dientes de ajo, machacados
75 gramos de harina de trigo todo uso
500 ml de leche entera tibia
Sal al gusto
Pimienta negra recién molida al gusto
Una pizca de nuez moscada rallada
150 gramos de jamón serrano o cocido picado muy fino, o carne de cerdo/pollo cocida y deshebrada (opcional, pero recomendado para autenticidad)
Para Rebozar y Freír:
2-3 huevos batidos
Pan rallado (preferiblemente panko para extra crujiente, o pan rallado casero)
Aceite vegetal (girasol, canola) para freír
La elección del relleno es personal, pero el jamón serrano o un buen jamón cocido aportan ese toque salado característico. Si prefieres una versión más sustanciosa, la carne de cerdo asada o el pollo deshebrado son excelentes opciones. Asegúrate de que la leche esté tibia para integrarla mejor y evitar grumos.
Cómo hacer croquetas cubanas: El Arte de la Bechamel
La bechamel es el corazón de la croqueta cubana. Su textura debe ser espesa y cremosa, no líquida ni gomosa. Aquí te explicamos el proceso paso a paso para lograr la perfección.
En una sartén o cacerola a fuego medio, derrite la mantequilla. Agrega la cebolla picada y sofríe hasta que esté transparente y suave, unos 5-7 minutos. Añade el ajo machacado y cocina por un minuto más, hasta que desprenda su aroma.
Incorpora la harina a la sartén. Remueve constantemente con una cuchara de madera o batidor de mano durante 1-2 minutos para cocinar la harina y eliminar su sabor crudo. Esto se conoce como hacer un roux.
Gradualmente, vierte la leche tibia mientras bates enérgicamente para disolver cualquier grumo. Continúa batiendo y cocinando a fuego medio-bajo, removiendo constantemente, hasta que la mezcla espese y tenga una consistencia cremosa y densa, similar a un puré espeso. Esto puede tomar entre 10 y 15 minutos.

Sazona la bechamel con sal, pimienta negra recién molida y la pizca de nuez moscada. Prueba y ajusta la sazón si es necesario.
Si usas jamón o carne, incorpóralos a la bechamel y mezcla bien. Cocina por un par de minutos más para que los sabores se integren.
Vierte la mezcla de bechamel en un recipiente plano, como una bandeja o fuente de horno. Cubre la superficie directamente con papel film (esto evita que se forme una costra) y deja enfriar completamente. Luego, refrigera por al menos 4 horas, o idealmente toda la noche, para que la masa esté firme y manejable.
Formando y Rebozando las Croquetas
Una vez que la masa esté bien fría y firme, es hora de dar forma a nuestras croquetas. Este paso requiere paciencia, pero el resultado lo vale.
Prepara tres recipientes: uno con los huevos batidos, otro con el pan rallado y el tercero estará vacío para las croquetas formadas.
Con una cuchara o una manga pastelera, toma porciones de la masa fría. Humedece ligeramente tus manos con agua o aceite (esto evita que la masa se pegue) y forma las croquetas. La forma tradicional es alargada y ligeramente curva, como un pequeño bastón o torpedo, pero puedes hacerlas redondas o de la forma que prefieras.
Pasa cada croqueta formada primero por el huevo batido, asegurándote de que quede completamente cubierta. Escurre el exceso de huevo.
Luego, pásala por el pan rallado, cubriéndola uniformemente. Presiona suavemente para que el pan rallado se adhiera bien.
Repite este proceso con toda la masa. Si deseas una capa de rebozado más gruesa y crujiente, puedes pasar las croquetas por el huevo y luego por el pan rallado una segunda vez.
Coloca las croquetas formadas y rebozadas en una bandeja y refrigera por al menos 30 minutos más antes de freír. Esto ayuda a que el rebozado se asiente y evita que se abran al freír.
El Secreto de la Fritura Perfecta
La fritura es el toque final que transforma la masa en una delicia crujiente. La temperatura del aceite es crucial.
Calienta abundante aceite vegetal en una sartén profunda o freidora a una temperatura de 170-180°C (340-350°F). Si no tienes termómetro, puedes probar la temperatura echando un trocito de pan rallado; si burbujea y se dora rápidamente, el aceite está listo.
Fríe las croquetas en tandas pequeñas, sin sobrecargar la sartén. Esto permite que el aceite mantenga su temperatura y las croquetas se doren de manera uniforme.
Fríe durante 3-5 minutos, o hasta que estén bien doradas y crujientes por todos lados.
Retira las croquetas con una espumadera y colócalas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de grasa.
Sirve las croquetas calientes. El contraste entre el exterior crujiente y el interior cremoso es lo que las hace irresistibles. Si te apetece probar otras delicias cubanas, considera preparar unos deliciosos churros para acompañar, o quizás un postre como el pudín diplomático.
Consejos para unas Croquetas Cubanas de Diez
Dominar el arte de las croquetas cubanas implica conocer algunos trucos:
La Paciencia es Clave: Deja que la masa de bechamel enfríe y repose completamente en la nevera. Una masa fría es más fácil de manejar y asegura que no se abran al freír.
No Sobrecargues la Sartén: Freír pocas croquetas a la vez mantiene la temperatura del aceite estable y garantiza un dorado perfecto.
Aceite a Temperatura Correcta: Un aceite demasiado frío hará que las croquetas absorban grasa; uno demasiado caliente las quemará por fuera antes de que se calienten por dentro.
Variedad en el Relleno: Experimenta con diferentes rellenos. Además del jamón y la carne, prueba con bacalao deshebrado, pollo al ajillo o incluso camarones picados para crear tus propias versiones.
Congelación: Las croquetas crudas y rebozadas se pueden congelar en una sola capa sobre una bandeja y luego transferirlas a una bolsa para congelar. Fríelas directamente congeladas, añadiendo unos minutos más al tiempo de cocción.
Para complementar tu festín cubano, te sugerimos explorar la frescura de una ensalada de aguacate y piña o la sencillez de un pan de maíz. Cada plato cuenta una historia y enriquece la experiencia culinaria.
Preguntas Frecuentes sobre Cómo Hacer Croquetas Cubanas
¿Por qué mis croquetas se abren al freír?
Esto suele ocurrir si la masa de bechamel no está lo suficientemente fría y firme, o si el aceite no está a la temperatura correcta. Asegúrate de refrigerar la masa varias horas y de que el aceite alcance los 170-180°C.
¿Puedo hacer la masa de bechamel con antelación?
¡Absolutamente! De hecho, es muy recomendable. Hacer la masa el día anterior y dejarla enfriar en la nevera es la mejor manera de asegurar una textura firme y fácil de manipular.
¿Qué tipo de pan rallado es mejor?
El pan rallado casero o el panko son excelentes opciones. El panko, al ser hojuelas más grandes, proporciona una textura extra crujiente. Asegúrate de que el pan rallado cubra bien la croqueta para formar una barrera protectora durante la fritura.
¿Cómo puedo hacer croquetas cubanas veganas o vegetarianas?
Para una versión vegetariana, puedes omitir el jamón y añadir vegetales finamente picados y sofritos como champiñones, calabacín o espinacas. Para una opción vegana, utiliza margarina vegetal en lugar de mantequilla, leche vegetal sin azúcar y sustituye el huevo por una mezcla de leche vegetal y harina para rebozar.
Conclusión: Un Viaje Culinario Inolvidable
Dominar cómo hacer croquetas cubanas es abrir la puerta a un mundo de sabores auténticos y tradiciones. Cada bocado es una celebración de la rica herencia culinaria cubana. Esperamos que esta guía detallada te inspire a crear tus propias versiones caseras y a compartir este plato tan querido.
Anímate a probar esta receta y a compartir la alegría de la cocina cubana con tus amigos y familiares. ¡Buen provecho!







