Cómo Hacer Croquetas de Jamón: Receta con Sabor Inigualable
Descubre cómo hacer croquetas de jamón auténticas con esta guía paso a paso. ¡Sabor cubano inigualable y crocancia perfecta!
En este artículo
- El Corazón de la Tradición: Las Croquetas de Jamón
- Ingredientes Esenciales para unas Croquetas de Jamón Inolvidables
- Elaboración de la Masa: El Secreto de la Bechamel Cubana
- Formando y Rebozando: Dando Forma a la Tradición
- El Arte de Freír: El Toque Crujiente Final
- Consejos de un Experto para Croquetas de Jamón Perfectas
- Preguntas Frecuentes sobre Cómo Hacer Croquetas de Jamón
- Conclusión: Un Bocado de Cuba en Tu Mesa
El Corazón de la Tradición: Las Croquetas de Jamón
Las croquetas de jamón son mucho más que un simple aperitivo en Cuba; son un símbolo de hogar, de familia y de esos momentos compartidos alrededor de la mesa. Cada bocado evoca recuerdos de abuelas preparando esta delicia con esmero, el aroma impregnando la cocina y la promesa de una experiencia culinaria reconfortante.
Si alguna vez te has preguntado cómo hacer croquetas de jamón que sepan a auténtico sabor cubano, has llegado al lugar correcto. No se trata solo de seguir una receta, sino de comprender la técnica, el amor y la paciencia que requiere cada paso.
En esta guía, desentrañaremos los secretos para lograr unas croquetas de jamón perfectas: crujientes por fuera, cremosas por dentro y repletas de ese sabor inconfundible que solo la tradición cubana puede ofrecer. Prepárate para transportar tu cocina a la isla con cada croqueta.
Ingredientes Esenciales para unas Croquetas de Jamón Inolvidables
La calidad de los ingredientes es fundamental para el éxito de esta receta. Utilizaremos productos frescos y de primera para asegurar el sabor auténtico que buscamos. La clave está en la combinación perfecta de la bechamel cremosa y el jamón de calidad.
Jamón serrano o ibérico: 250 gramos, finamente picado (la calidad del jamón marcará la diferencia)
Leche entera: 1 litro
Mantequilla sin sal: 100 gramos
Harina de trigo todo uso: 100 gramos
Cebolla: 1/2, finamente picada (opcional, para un sabor más profundo)
Nuez moscada: Una pizca, recién rallada
Sal: Al gusto
Pimienta blanca: Una pizca
Huevos: 2 unidades, batidos para rebozar
Pan rallado: 200 gramos, preferiblemente panko para mayor crocancia
Aceite vegetal: Suficiente para freír

Elaboración de la Masa: El Secreto de la Bechamel Cubana
La base de unas buenas croquetas de jamón es una bechamel perfectamente elaborada. Debe ser cremosa, suave y con el punto justo de sabor. Este paso requiere paciencia y atención para evitar grumos.
Comienza derritiendo la mantequilla en una olla a fuego medio-bajo. Si decides usar cebolla, sofríela hasta que esté transparente. Añade la harina y cocina por un par de minutos, removiendo constantemente, hasta formar un roux. Este paso es crucial para eliminar el sabor a crudo de la harina.
Lentamente, vierte la leche tibia mientras bates enérgicamente con un batidor de varillas. Continúa cocinando a fuego bajo, sin dejar de mover, hasta que la mezcla espese y adquiera una consistencia cremosa, similar a unas natillas espesas. Sazona con sal, pimienta blanca y nuez moscada al gusto. Es el momento de incorporar el jamón picado. Mezcla bien, cocina por un minuto más, y retira del fuego.

Formando y Rebozando: Dando Forma a la Tradición
Una vez que la masa de la bechamel haya enfriado, es hora de darle su forma característica. Puedes hacerlo con dos cucharas o moldeándola directamente con las manos (previamente engrasadas con un poco de aceite para evitar que se pegue).
Forma pequeñas porciones de masa y dales la forma ovalada o cilíndrica típica de las croquetas. El tamaño ideal es bocado, para que sean fáciles de comer y fritas de manera uniforme. Coloca las croquetas formadas en una bandeja y llévalas al refrigerador por al menos 2 horas, o preferiblemente toda la noche. Este paso es vital para que mantengan su forma durante la fritura.
Al día siguiente, prepara tres recipientes: uno con harina, otro con los huevos batidos y el tercero con el pan rallado (panko es ideal para una crocancia extra). Pasa cada croqueta primero por harina, sacudiendo el exceso, luego por el huevo batido, asegurándote de que queden bien cubiertas, y finalmente por el pan rallado, presionando suavemente para que se adhiera bien. Repite el proceso de huevo y pan rallado para un doble rebozado, lo que garantizará una capa exterior dorada y crujiente.

El Arte de Freír: El Toque Crujiente Final
La fritura es el último paso para conseguir unas croquetas de jamón espectaculares. La temperatura correcta del aceite es crucial: debe estar caliente pero no humeante, permitiendo que las croquetas se doren por fuera sin quemarse y se cocinen por dentro.
Calienta abundante aceite vegetal en una sartén profunda o freidora a unos 180°C (350°F). Fríe las croquetas en tandas, sin sobrecargar la sartén, para mantener la temperatura del aceite constante. Cocina hasta que estén doradas y crujientes por todos lados, lo que suele tomar unos 3-5 minutos. Retíralas con una espumadera y colócalas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de grasa.
Sirve las croquetas de jamón calientes, recién hechas, para disfrutar de su textura crujiente y su interior cremoso. Son perfectas como aperitivo, tapa o incluso como parte de una comida, acompañadas de una ensalada fresca o arroz blanco.
Consejos de un Experto para Croquetas de Jamón Perfectas
Dominar las croquetas de jamón es un arte que se perfecciona con la práctica. Aquí te comparto algunos trucos que marcan la diferencia entre unas croquetas buenas y unas extraordinarias. Recuerda, la paciencia es tu mejor aliada en la cocina.
La calidad del jamón: No escatimes aquí. Un buen jamón serrano o ibérico aportará un sabor profundo y auténtico que ninguna otra carne puede igualar. Pídelo finamente picado en la charcutería para asegurar una textura ideal en la masa.
La consistencia de la bechamel: Debe quedar espesa pero no dura. Si está muy líquida, las croquetas se desharán al freír. Si está demasiado seca, serán difíciles de moldear y quedarán apelmazadas. El equilibrio es clave.
El enfriamiento: No te saltes el tiempo de reposo en frío. Es esencial para que la masa se asiente y sea manejable. Si tienes prisa, puedes acelerar el proceso en el congelador, pero ten cuidado de que no se congele por completo.
Doble rebozado: Para una crocancia garantizada, el doble rebozado (harina, huevo, pan rallado, huevo, pan rallado) es tu mejor opción. Asegúrate de que cada capa esté bien adherida.
Temperatura del aceite: Usa un termómetro si es posible. Si no, prueba con un trocito de pan; si burbujea y se dora rápidamente, está listo. Si el aceite humea, está demasiado caliente y quemará el exterior antes de cocinar el interior.
Freír en tandas: Evita llenar demasiado la freidora. Cada vez que añades croquetas frías, la temperatura del aceite baja. Freír en pequeñas cantidades asegura que se doren uniformemente y el aceite se mantenga caliente.
El punto de sal: Prueba la bechamel antes de añadir el jamón, ya que este ya es salado. Ajusta la sal al final, teniendo en cuenta la salinidad del jamón.
Siguiendo estos consejos, estarás en camino de crear unas croquetas de jamón que deleitarán a todos tus comensales, transportándolos directamente a la mesa cubana.

Preguntas Frecuentes sobre Cómo Hacer Croquetas de Jamón
¿Puedo usar otro tipo de jamón en lugar de serrano?
Sí, puedes usar jamón ahumado o incluso jamón cocido de buena calidad si no encuentras jamón serrano. Sin embargo, el sabor y la textura no serán los mismos. El jamón serrano o ibérico aporta un toque más intenso y tradicional.
¿Se pueden preparar las croquetas con antelación?
Absolutamente. Las croquetas formadas y rebozadas se pueden congelar antes de freír. Colócalas en una bandeja en una sola capa sin que se toquen y congélalas. Una vez congeladas, puedes pasarlas a una bolsa para congelar. Fríelas directamente del congelador, sin descongelar, aumentando ligeramente el tiempo de fritura.
¿Por qué mis croquetas se abren al freír?
Esto suele ocurrir por varias razones: la masa de la bechamel no estaba lo suficientemente espesa, no se enfrió el tiempo suficiente, el rebozado no se adhirió bien o el aceite no estaba a la temperatura correcta. Asegúrate de seguir todos los pasos de enfriamiento y rebozado cuidadosamente.
¿Qué acompañamientos son tradicionales para las croquetas de jamón en Cuba?
Aunque las croquetas de jamón suelen ser un aperitivo en sí mismas, en algunas ocasiones se sirven junto a otros platos. Si buscas algo refrescante, una batido de fruta bomba puede ser un contraste interesante. También se disfrutan con una copa de vino o una cerveza fría.
Conclusión: Un Bocado de Cuba en Tu Mesa
Preparar croquetas de jamón al estilo cubano es un viaje delicioso a través de sabores y tradiciones. Cada paso, desde la elaboración de la bechamel hasta el dorado final al freír, contribuye a crear un bocado inolvidable.
Anímate a probar esta receta y comparte el auténtico sabor de Cuba con tus seres queridos. Si buscas otras recetas que capturen la esencia de la isla, te invitamos a explorar cómo hacer conejo guisado al estilo cubano o cómo preparar un delicioso conejo asado.
¡Buen provecho!







