Cómo Hacer Croquetas de Pollo: Receta Clásica para Compartir
Descubre cómo hacer croquetas de pollo con esta guía auténtica. ¡Paso a paso y fácil! Sabor cubano garantizado.
En este artículo
El Corazón de la Cocina Cubana: Croquetas de Pollo
Las croquetas de pollo son mucho más que un simple plato en la mesa cubana; son un recuerdo, una tradición, un abrazo en forma de comida. Si te preguntas cómo hacer croquetas de pollo, has llegado al lugar indicado para descubrir la esencia de esta receta clásica. Cada hogar cubano tiene su toque especial, pero la base de un sabor auténtico y una textura perfecta permanece inalterable a través de generaciones.
Preparar unas croquetas de pollo caseras es un acto de amor y paciencia. Desde el sofrito aromático hasta el crujir perfecto al primer bocado, cada paso es una celebración de la gastronomía de la isla. Este platillo es un fiel reflejo de cómo la sencillez de los ingredientes, cuando se tratan con respeto y conocimiento, puede dar lugar a una experiencia culinaria inolvidable.
En esta guía, desglosaremos el proceso para que puedas recrear el sabor auténtico de las croquetas de pollo cubanas en tu propia cocina. Te mostraremos los secretos para lograr un relleno cremoso y jugoso, y un exterior dorado y crujiente que encantará a todos tus comensales. Prepárate para desatar la magia culinaria.
Descubriendo Cómo Hacer Croquetas de Pollo Auténticas
El secreto para unas croquetas de pollo excepcionales reside en la calidad de los ingredientes y en la técnica. No se trata solo de mezclar y freír; es un arte que combina tradición y un toque personal. A continuación, detallamos los componentes esenciales y los pasos clave para que tu preparación sea un éxito rotundo.
Ingredientes Clave para un Sabor Inconfundible
1 pechuga de pollo grande (aproximadamente 500 gramos), cocida y desmenuzada
1 cebolla mediana, finamente picada
2 dientes de ajo, machacados
2 cucharadas de aceite de oliva
1/4 taza de guisantes (chícharos), frescos o congelados
1/4 taza de pimiento rojo picado (opcional, para color y sabor)
2 tazas de leche entera
1/2 taza de harina de trigo todo uso
1/4 taza de mantequilla sin sal
Sal y pimienta negra recién molida al gusto
Nuez moscada rallada, una pizca
Pan rallado (preferiblemente panko para extra crujiente)
Huevos, 2 unidades, batidos
Aceite vegetal para freír
La elección del pollo es crucial; una pechuga bien cocida y desmenuzada finamente es ideal. Los guisantes y el pimiento rojo aportan dulzura y un toque visual atractivo, mientras que el ajo y la cebolla forman la base del sofrito que dará profundidad al sabor.

El Proceso Paso a Paso: Dominando la Técnica
La preparación de la masa de las croquetas requiere atención y paciencia. Este es el corazón de la receta, donde los sabores se unen para crear una base cremosa y sabrosa.
En una sartén grande, calienta el aceite de oliva a fuego medio. Sofríe la cebolla picada hasta que esté transparente, unos 5 minutos. Añade el ajo machacado y cocina por 1 minuto más hasta que esté fragante.
Incorpora el pollo desmenuzado, los guisantes y el pimiento rojo (si lo usas). Cocina por un par de minutos para integrar los sabores. Retira esta mezcla de la sartén y reserva.
En la misma sartén, derrite la mantequilla a fuego medio. Agrega la harina y cocina, revolviendo constantemente, por 1-2 minutos para formar un roux. Esto ayuda a eliminar el sabor crudo de la harina.
Gradualmente, vierte la leche sobre el roux, batiendo enérgicamente para evitar grumos. Cocina, revolviendo, hasta que la mezcla espese y tenga una consistencia de puré espeso, similar a una bechamel densa. Esto puede tomar entre 5 y 8 minutos.
Sazona la bechamel con sal, pimienta y una pizca de nuez moscada. Prueba y ajusta la sazón si es necesario.
Incorpora la mezcla de pollo y vegetales a la bechamel. Revuelve bien hasta que todo esté completamente integrado. La masa debe ser espesa y manejable.
Vierte la masa en un recipiente plano y extiéndela con una espátula. Cubre con papel film directamente sobre la superficie para evitar que se forme una costra. Refrigera por al menos 2 horas, o hasta que esté firme y fácil de manipular.
Una vez que la masa esté firme, es hora de dar forma a las croquetas. Puedes hacerlas redondas, ovaladas o incluso cilíndricas, como las tradicionales. El tamaño ideal es bocado, fácil de comer de un solo golpe.
Formando y Fritura: El Toque Crujiente
El proceso de dar forma y la fritura son pasos cruciales para obtener esa textura icónica de las croquetas de pollo cubanas. La doble capa de rebozado asegura un exterior dorado y maravillosamente crujiente.
Prepara tres platos: uno con harina, otro con los huevos batidos y el tercero con pan rallado.
Toma porciones de la masa fría y dales forma. Pasa cada croqueta primero por harina, sacudiendo el exceso. Luego, sumérgela en el huevo batido, asegurándote de que quede bien cubierta. Finalmente, pásala por el pan rallado, presionando suavemente para que se adhiera bien.
Si buscas un exterior extra crujiente y duradero, repite el proceso de huevo batido y pan rallado. Este doble rebozado es un secreto para que no se abran al freír y queden perfectas.
Coloca las croquetas rebozadas en una bandeja y llévalas al congelador por unos 15-20 minutos. Esto ayuda a que mantengan su forma durante la fritura.
Calienta abundante aceite vegetal en una sartén profunda o freidora a 170-180°C (340-350°F). El aceite debe estar lo suficientemente caliente para que las croquetas se doren rápidamente, pero no tanto como para que se quemen por fuera y queden crudas por dentro.
Fríe las croquetas en tandas pequeñas para no bajar la temperatura del aceite. Cocina por 2-3 minutos por cada lado, o hasta que estén doradas y crujientes.
Retira las croquetas del aceite con una espumadera y colócalas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de grasa.

Consejos Adicionales para Croquetas Perfectas
Dominar la técnica de cómo hacer croquetas de pollo implica conocer algunos trucos que marcan la diferencia. Asegúrate de que la masa esté bien fría antes de formar las croquetas; esto facilita el manejo y ayuda a que mantengan su forma. Si prefieres una textura más suave, puedes añadir una cucharadita de queso crema a la masa.
Para un sabor más intenso, puedes añadir un toque de jamón serrano finamente picado a la mezcla de pollo. Experimentar con las especias es clave; una pizca de comino o cilantro molido puede añadir una dimensión cubana extra.
Si te encanta la cocina cubana, te invitamos a explorar otras delicias como el ajiaco criollo o el clásico sándwich cubano, que también forman parte del patrimonio culinario de la isla.
Servir y Disfrutar: El Momento Culminante
Las croquetas de pollo son increíblemente versátiles. Se disfrutan como aperitivo, tapa, o incluso como parte de una comida principal acompañada de arroz blanco y ensalada. Su popularidad se debe a su sabor reconfortante y a su textura inigualable.
Tradicionalmente, se sirven calientes, recién salidas de la sartén, para disfrutar de su máximo crujido. Son perfectas para compartir en reuniones familiares, fiestas o simplemente como un antojo delicioso.
Para una experiencia completa, considera acompañarlas con una salsa de mojo o una mayonesa casera con un toque de ajo. Y si buscas postres cubanos, no dejes de probar el natilla con caramelo o el pudín de piña.
En resumen, aprender cómo hacer croquetas de pollo es una habilidad culinaria que te permitirá deleitar a tus seres queridos con un pedacito de Cuba. ¡Buen provecho!







