Cómo Hacer Croquetas de Arroz Blanco: Receta Simple
Descubre cómo hacer croquetas de arroz blanco con esta guía auténtica y fácil. ¡El sabor casero de Cuba en cada bocado!
En este artículo
- El Encanto de las Croquetas de Arroz Blanco en la Cocina Cubana
- Historia y Legado de las Croquetas
- Ingredientes Esenciales para Croquetas de Arroz Blanco Perfectas
- El Proceso de Preparación: Paso a Paso
- Consejos para el Éxito Garantizado
- Variaciones y Toques Personales
- Preguntas Frecuentes sobre Croquetas de Arroz Blanco
- Conclusión: Un Sabor que Perdura
El Encanto de las Croquetas de Arroz Blanco en la Cocina Cubana
Las croquetas de arroz blanco son un bocado que evoca calidez y tradición. En cada esquina de Cuba, y en los hogares de cubanos alrededor del mundo, este platillo sencillo pero delicioso representa la esencia de la comida casera. Si te preguntas cómo hacer croquetas de arroz blanco, has llegado al lugar indicado para descubrir los secretos de una preparación auténtica.
Este plato, a menudo pasado de generación en generación, es mucho más que una simple receta; es un vínculo con nuestras raíces. Las abuelas cubanas lo preparaban con esmero, transformando los restos de arroz blanco en pequeñas joyas doradas y crujientes, perfectas para compartir en familia o para disfrutar como un aperitivo reconfortante.
Dominar el arte de hacer estas croquetas es acercarse al alma de la cocina cubana. No se trata solo de mezclar ingredientes, sino de infundir amor y paciencia en cada paso, asegurando que el resultado final honre la tradición y el sabor que tanto apreciamos.
Historia y Legado de las Croquetas
Las croquetas, de origen incierto pero con una fuerte presencia en la gastronomía europea, fueron adoptadas y adaptadas con maestría en Cuba. La habilidad cubana para fusionar influencias y crear algo propio es evidente en estas pequeñas maravillas. Originalmente, se hacían para aprovechar el arroz del día anterior, evitando el desperdicio y creando un plato nuevo y apetitoso.
Este legado culinario se mantiene vivo. Cada familia tiene sus pequeños trucos, sus variaciones, pero la base de unas buenas croquetas de arroz blanco sigue siendo la misma: un buen sofrito, un arroz bien cocido y una fritura perfecta que las dore por fuera y las deje tiernas por dentro.
Ingredientes Esenciales para Croquetas de Arroz Blanco Perfectas
La simplicidad es clave. Pocos ingredientes, pero de calidad, hacen la diferencia. Asegúrate de tener a mano:
Arroz blanco cocido: 3 tazas (preferiblemente del día anterior, para que esté más suelto).
Carne de cerdo deshebrada o pollo deshebrado: 1 taza (opcional, para dar más sabor y cuerpo).
Cebolla: 1/2 unidad, finamente picada.
Ajo: 2 dientes, machacados.
Perejil fresco: 2 cucharadas, picado finamente.
Sal y pimienta negra: Al gusto.
Huevos: 2 unidades, batidos (uno para la mezcla, uno para rebozar).
Harina de trigo: 1/2 taza (para la mezcla y para rebozar).
Pan rallado: 1 taza (para rebozar).
Aceite vegetal: Suficiente para freír.

El Proceso de Preparación: Paso a Paso
Dominar cómo hacer croquetas de arroz blanco es un arte que se perfecciona con la práctica. Sigue estos pasos para obtener un resultado excepcional:
Paso 1: Preparación del Sofrito y la Base
En una sartén, calienta un poco de aceite y sofríe la cebolla picada hasta que esté transparente. Añade el ajo machacado y cocina por un minuto más, cuidando que no se queme. Si usas carne deshebrada, incorpórala ahora y cocina por unos minutos para que se integre con el sofrito.
Paso 2: Mezcla de los Ingredientes
En un bol grande, combina el arroz blanco cocido, la mezcla del sofrito (con o sin carne), el perejil picado y la harina. Agrega un huevo batido y sazona con sal y pimienta al gusto. Mezcla todo muy bien con las manos (previamente lavadas) o con una cuchara hasta obtener una masa homogénea que se pueda moldear.

Paso 3: Formado de las Croquetas
Toma pequeñas porciones de la masa y dales forma. Puedes hacerlas cilíndricas, alargadas o bolitas, como prefieras. El tamaño debe ser manejable, de bocado, para que se cocinen uniformemente y sean fáciles de comer.
Paso 4: El Rebozado Crujiente
Prepara tres platos: uno con harina, otro con el segundo huevo batido y el último con pan rallado. Pasa cada croqueta primero por harina, sacudiendo el exceso. Luego, sumérgela en el huevo batido, asegurándote de que quede bien cubierta. Finalmente, pásala por el pan rallado, presionando suavemente para que se adhiera bien y forme una capa crujiente.

Paso 5: La Freiduría Perfecta
Calienta abundante aceite vegetal en una sartén profunda o freidora a fuego medio-alto (aproximadamente 180°C o 350°F). Fríe las croquetas en tandas pequeñas, sin llenar demasiado la sartén, para que mantengan la temperatura del aceite. Cocina hasta que estén doradas y crujientes por todos lados, unos 2-3 minutos por tanda.
Retira las croquetas con una espumadera y colócalas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de grasa. Este paso es crucial para lograr esa textura perfecta que tanto buscamos.
Paso 6: Presentación y Disfrute
Sirve las croquetas de arroz blanco calientes. Son ideales como aperitivo, acompañamiento o incluso como parte de un plato principal más elaborado. Puedes servirlas solas o con alguna salsa de tu preferencia.

Consejos para el Éxito Garantizado
Para que tus croquetas de arroz blanco sean un éxito rotundo, ten en cuenta estos consejos:
Arroz del día anterior: Es fundamental usar arroz cocido y frío. El arroz recién hecho es demasiado húmedo y hará que la masa sea difícil de manejar y las croquetas se abran al freír.
No sobrecargues la masa: Si la masa está muy seca, puedes añadir un poco más de huevo batido o un chorrito de leche. Si está muy húmeda, agrega un poco más de harina o pan rallado.
Temperatura del aceite: Es vital que el aceite esté a la temperatura correcta. Si está muy frío, las croquetas absorberán demasiada grasa. Si está muy caliente, se dorarán por fuera pero quedarán crudas por dentro.
Freír en tandas: No frías demasiadas croquetas a la vez. Esto baja la temperatura del aceite y resulta en croquetas grasosas y pálidas.
Congelación: Puedes formar las croquetas y, una vez rebozadas, congelarlas en una bandeja sin que se toquen. Una vez congeladas, guárdalas en bolsas herméticas. Fríelas directamente desde el congelador, añadiendo un par de minutos más al tiempo de cocción.
Variaciones y Toques Personales
Si bien la receta básica es deliciosa, puedes experimentar. Añadir un poco de jamón serrano picadito al sofrito, un toque de queso rallado a la masa, o incluso un poco de pimentón para dar color y sabor, son excelentes opciones.
Para quienes disfrutan de las preparaciones más elaboradas, pueden considerar la receta de croquetas de bacalao, que también es un clásico cubano. O si prefieres un toque diferente, las croquetas de queso son siempre una apuesta segura para complacer a todos.

Preguntas Frecuentes sobre Croquetas de Arroz Blanco
¿Puedo usar arroz recién hecho?
No es lo ideal. El arroz recién hecho es muy húmedo y hará que la masa sea pegajosa y difícil de moldear. El arroz frío y suelto del día anterior es perfecto para lograr la consistencia adecuada.
¿Por qué mis croquetas se abren al freír?
Esto suele suceder si la masa no está lo suficientemente compacta o si el aceite no está a la temperatura correcta. Asegúrate de que la masa esté bien unida y fríe en aceite bien caliente. También ayuda a no sobrecargar la sartén.
¿Puedo hacerlas al horno en lugar de fritas?
Sí, puedes hornearlas para una versión más ligera. Colócalas en una bandeja para hornear, rocía con un poco de aceite en spray y hornea a 200°C (400°F) hasta que estén doradas. El resultado será menos crujiente que las fritas, pero igualmente sabroso.
Conclusión: Un Sabor que Perdura
El arte de cómo hacer croquetas de arroz blanco es una habilidad valiosa en cualquier repertorio culinario. Representan la calidez del hogar, la generosidad y la ingeniosidad de la cocina cubana. Anímate a prepararlas y a compartir este pedacito de tradición con tus seres queridos.
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