Cómo Hacer Tarta de Santiago: Receta de Cake de Almendras
Descubre cómo hacer tarta de santiago con esta guía auténtica. ¡Paso a paso y fácil!
En este artículo
- La Esencia de la Repostería Cubana: Tarta de Santiago
- Un Viaje a Través del Tiempo: Historia y Tradición
- Ingredientes Esenciales para la Tarta de Santiago
- El Arte de la Preparación: Paso a Paso
- Consejos de un Experto para un Resultado Magistral
- Presentación y Degustación: El Momento Culminante
- Preguntas Frecuentes sobre la Tarta de Santiago
- Conclusión: Un Dulce Legado
La Esencia de la Repostería Cubana: Tarta de Santiago
En el corazón de la repostería cubana, ciertos postres resplandecen con una luz propia, evocando la calidez de los hogares y la maestría de generaciones. La tarta de Santiago es uno de esos tesoros culinarios. Si te preguntas cómo hacer tarta de santiago, has llegado al destino perfecto. Esta receta no es solo una guía; es una invitación a revivir la tradición.
La tarta de Santiago, con sus raíces profundamente ancladas en la península ibérica, ha encontrado en Cuba un segundo hogar, adaptándose y floreciendo con el tiempo. Su sencillez aparente esconde una complejidad de sabores y texturas que deleita al paladar más exigente. Preparar esta exquisitez en casa es un acto de amor y un homenaje a la herencia gastronómica.
Este delicioso bizcocho de almendras, a menudo asociado con celebraciones y momentos especiales, es la representación perfecta de cómo la simplicidad puede alcanzar la cúspide de la elegancia culinaria. Su textura tierna y su aroma inconfundible lo convierten en un postre inolvidable.
Un Viaje a Través del Tiempo: Historia y Tradición
La tarta de Santiago tiene una historia rica que se remonta a la Edad Media en Galicia, España. Tradicionalmente, se elabora en honor al Apóstol Santiago, patrón de España, y es un postre emblemático de la festividad que lleva su nombre. Su receta, transmitida de generación en generación, es un pilar de la repostería casera.
Al llegar a Cuba, esta receta se integró con maestría en la cultura culinaria local. La disponibilidad de ingredientes frescos y el espíritu acogedor de la isla permitieron que la tarta de Santiago se adaptara, manteniendo su esencia pero adoptando matices propios. Es común encontrarla en mesas de familia durante festividades, reuniones o simplemente como un dulce gesto de hospitalidad.
La cruz de Santiago, que adorna tradicionalmente la superficie de la tarta, es un símbolo de esta conexión histórica y cultural. Es un recordatorio visual de su origen y de la devoción que inspira.
Ingredientes Esenciales para la Tarta de Santiago
La belleza de esta receta reside en su lista de ingredientes, que prioriza la calidad y la frescura. Pocos elementos, pero bien elegidos, son la clave para un resultado excepcional.
Almendras molidas: 250 gramos. Asegúrate de que sean almendras de buena calidad, sin piel y finamente molidas.
Azúcar: 250 gramos. Puedes ajustar ligeramente según tu preferencia de dulzor.
Huevos: 5 unidades grandes. A temperatura ambiente para que emulsionen mejor.
Ralladura de limón: 1 cucharadita. Aporta un toque cítrico que realza el sabor de la almendra.
Canela en polvo: 1/2 cucharadita. Opcional, pero altamente recomendada para un aroma más cálido.
Mantequilla sin sal: 50 gramos, derretida y ligeramente enfriada.
Azúcar glas: Para espolvorear al final (opcional).
La elección de almendras es crucial. Si puedes molerlas tú mismo justo antes de usar, el aroma y sabor serán incomparables. La ralladura de limón debe ser de un limón fresco y orgánico para evitar pesticidas.

El Arte de la Preparación: Paso a Paso
Dominar cómo hacer tarta de santiago es un proceso gratificante. Sigue estos pasos con atención para asegurar el éxito.
Precalienta el horno a 180°C (350°F) y engrasa y enharina un molde redondo de unos 22-24 cm de diámetro. Si prefieres, puedes forrar la base con papel de hornear.
Bate los huevos: En un bol grande, bate los huevos con la batidora eléctrica hasta que estén espumosos y tripliquen su volumen. Este paso es vital para la ligereza de la tarta.
Incorpora el azúcar: Añade gradualmente el azúcar a los huevos batidos, sin dejar de batir, hasta obtener una mezcla pálida y espesa, como una cinta.
Añade los aromas: Incorpora la ralladura de limón y la canela en polvo (si la usas). Mezcla suavemente hasta que estén integrados.
Agrega las almendras: Tamiza las almendras molidas sobre la mezcla. Incorpora con movimientos envolventes usando una espátula, con cuidado de no bajar el aire de los huevos.
Incorpora la mantequilla: Vierte la mantequilla derretida y ligeramente enfriada sobre la masa. Mezcla delicadamente hasta que no queden rastros de mantequilla.
Hornea la tarta: Vierte la masa en el molde preparado y alisa la superficie. Hornea durante 30-40 minutos, o hasta que al insertar un palillo en el centro, este salga limpio.
Enfría y decora: Deja enfriar la tarta en el molde durante unos 10 minutos antes de desmoldarla sobre una rejilla para que se enfríe completamente. Una vez fría, puedes espolvorear generosamente con azúcar glas, formando la tradicional Cruz de Santiago con una plantilla o con cuidado.
La paciencia en el batido de los huevos y la suavidad al incorporar los ingredientes secos son la clave para una textura perfecta.

Consejos de un Experto para un Resultado Magistral
Para que tu tarta de Santiago sea verdaderamente memorable, ten en cuenta estos consejos:
Calidad de las almendras: Usa almendras marconas si es posible, son las más dulces y aceitosas.
Temperatura de los huevos: Asegúrate de que los huevos estén a temperatura ambiente. Esto permite que incorporen más aire y den más volumen a la masa.
No sobrebatir: Una vez añadidas las almendras, mezcla solo hasta integrar. Si bates en exceso, la tarta puede quedar densa.
Horneado perfecto: Conoce tu horno. Vigila la tarta a partir de los 25 minutos. Si la superficie se dora demasiado rápido, puedes cubrirla ligeramente con papel de aluminio.
El punto de enfriado: Un enfriamiento lento evita que la tarta se agriete. Desmoldarla sobre una rejilla permite que el aire circule y la base no se humedezca.
Si te decides a explorar más sobre repostería con frutos secos, nuestra receta auténtica de panetela de almendras te encantará. Es otro clásico que combina a la perfección con el café cubano.
Presentación y Degustación: El Momento Culminante
La presentación de la tarta de Santiago es tan importante como su preparación. Tradicionalmente, se espolvorea con azúcar glas, creando la Cruz de Santiago. Para ello, puedes usar una plantilla de cartón o simplemente hacer una cruz con cuidado usando un tenedor o un cuchillo fino.
Esta tarta es un acompañamiento perfecto para una taza de café cubano bien cargado o un ron añejo. Su sabor se intensifica con el tiempo, por lo que está incluso mejor al día siguiente de su preparación.
Si buscas otras opciones para acompañar tu café, considera nuestra receta sencilla de buñuelos de leche; son un bocado dulce que evoca la infancia.

Preguntas Frecuentes sobre la Tarta de Santiago
¿Puedo usar almendras crudas en lugar de molidas?
Sí, puedes moler las almendras crudas tú mismo en un procesador de alimentos hasta obtener una textura similar a la harina gruesa. Ten cuidado de no procesar demasiado, o liberarás su aceite y se convertirán en mantequilla de almendras.
¿Qué hago si mi tarta se agrieta por encima?
Las grietas suelen ocurrir por un horneado a temperatura muy alta o por un enfriamiento demasiado rápido. Si se agrieta, no te preocupes; el azúcar glas cubrirá la imperfección. La próxima vez, intenta bajar ligeramente la temperatura del horno o dejar que la tarta se enfríe más lentamente en el molde.
¿Cuánto tiempo se conserva esta tarta?
La tarta de Santiago se conserva bien a temperatura ambiente durante 2-3 días, siempre que esté cubierta. Si hace mucho calor, es mejor guardarla en la nevera, aunque puede perder un poco de su ternura. Al sacarla de la nevera, déjala atemperar antes de servir.
Conclusión: Un Dulce Legado
La tarta de Santiago es más que un postre; es un pedazo de historia y tradición. Aprender cómo hacer tarta de santiago te conecta con el legado culinario cubano y español. Su preparación es un ritual que recompensa con un sabor inigualable.
Te animamos a preparar esta maravilla en tu cocina y compartirla con tus seres queridos. El aroma que llenará tu hogar será solo el preludio de la alegría que traerá a tu mesa. Si disfrutas de los postres con frutos secos, te invitamos a explorar nuestra receta irresistible de dulce de calabaza, otro clásico que evoca el sabor de hogar.







